martes, noviembre 10, 2009

PROSTITUÉE
























Errante pasado
que ya nadie te reposa,
ni el recuerdo, ni las voces
se enaltecen por nombrarte.


En el tumulto de tus marchitos lirios,
estan pacientes los insondables
pasos de esas noches,
que deambulabas trascendiendo fronteras
inimputables, del tiempo y la memoria.

Y estás aquí, consternada,
socavando en tu inconsciente
los despóticos ultrajes,
de quienes anclaron en tu cuerpo.
Y hoy... ni te recuerdan.



Sandra Ignaccolo