sábado, febrero 10, 2007

Y SIN EMBARGO TE AMO
























Odio tus extremos y extremidades,
tu vida diminuta y tus vivencias,
al ingrato paìs que te ha parido
con ideas banales y superfluas.

Odio a tu amor mitòmano y efìmero,

la cadencia fugaz que de ti emanas,
al innombrable verbo de tu lengua
y el escaso valor de tus palabras.

Odio tus lìmites y limitaciones,

tu superficial llanto a la deriva,
esa intención de arrebatarlo todo
dejando mi cadàver hecho esquirlas.

Detesto odiar tu criminal desprecio,

el absoluto vacìo en que te mueves,
lo que causas y acusas a tus pasos
dàndoles sin piedad a todos muerte.

Piensa que en esta vida no estàs vivo,

porque amàndote como te estoy amando,
lograràs que mi corazòn te entierre
y empieces a llorar tu propio llanto.

Sandra Ignaccolo