sábado, diciembre 27, 2008

TRANSMIGRACIÒN





 


Cada vez que decidimos salir de nuestro cuerpo, para dar un paseo entre el cielo y el infierno, los platelmintos, hacen de nosotros un banquete, los atrae poderosamente el miasma que desprendemos al desvencijarnos y los que hoy viven en la opulencia, se olvidan que todos somos iguales.


El tiempo se encarga implacablemente de descomponernos el hìgado, el estòmago, la vanidad, y el puto desaire que lucìamos con altivez en vida. Despuès de haber visto lo que hicieron de mì, en los momentos que abandonè mi cuerpo, decidì, ser màs humana.


4 comentarios:

ROCIO dijo...

Sandra preciosa vengo hasta aqui para desearte UN FELIZ AÑO NUEVO, que este 2009 sea para ti un año estupendo y para toda tu familia.
Un abrazo grande.

Rocío

Sandra Ignaccolo dijo...

Rocío, te agradezco infinitamente amiga, ojalá a vos también se te cumplan mil veces más y mejor los sueños.
Besitos y FELIZ 2009.


PD: gracias por venir.

Anónimo dijo...

Guauuu que buena que esta Sandrita, es una prosa visceral y real.
El TAno.

Sandra Ignaccolo dijo...

Tanito, sí que lo es, así soy por suerte jajaja, gracias como siempre es un placer tenerte, besos e civediamo come sempre.