NO TE MUERAS
(La esencia del ayer)
El perfume de tu ausencia, husmea en un recodo
a mi innumerable ser corroìdo de adioses,
de largos otoños, y reiterados fracasos
que desvastaron los dìas que tù no me amaste.
Rondan en mis noches, tus negras manos que el azar
esculpe entre silencios y abismos somnolientos,
buscàndome en lo infecundo, infundando reencuentros.
Me nombras, y socavas lo inerme en putrefactas
muertes que tienes en tu ojo bastante tuerto,
tuerto, de no verte fallecer tras mi vacìo.
La vida te deshoja entre sus manos, y pare
tu ocaso entre paréntesis, de ocasional linyera,
y dejas caer entre las ruinas tu alma triste.
Vagabundo de mi ayer y mañanas inciertos,
deliberas roncos desparpajos inaudibles.
Mi noche ya no te oye, estrangulò a mis oìdos,
No me llames ni me nombres, ya no quiero oirte.
No sacrifiques tu sed orgàsmica y ruidosa,
por atardecer en mis crujientes sàbanas ocres.
No mueras por desabotonar mis rotos sueños,
en el último espasmo de tu lenta agonìa,
hincándote en la pereza de mi perdòn… “a medias”.
a mi innumerable ser corroìdo de adioses,
de largos otoños, y reiterados fracasos
que desvastaron los dìas que tù no me amaste.
Rondan en mis noches, tus negras manos que el azar
esculpe entre silencios y abismos somnolientos,
buscàndome en lo infecundo, infundando reencuentros.
Me nombras, y socavas lo inerme en putrefactas
muertes que tienes en tu ojo bastante tuerto,
tuerto, de no verte fallecer tras mi vacìo.
La vida te deshoja entre sus manos, y pare
tu ocaso entre paréntesis, de ocasional linyera,
y dejas caer entre las ruinas tu alma triste.
Vagabundo de mi ayer y mañanas inciertos,
deliberas roncos desparpajos inaudibles.
Mi noche ya no te oye, estrangulò a mis oìdos,
No me llames ni me nombres, ya no quiero oirte.
No sacrifiques tu sed orgàsmica y ruidosa,
por atardecer en mis crujientes sàbanas ocres.
No mueras por desabotonar mis rotos sueños,
en el último espasmo de tu lenta agonìa,
hincándote en la pereza de mi perdòn… “a medias”.
Sandra Ignaccolo
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