SECRETÌSIMO (Dedicada a R. Dìaz) Marzo 2000 No le cuentes a nadie que en silencio me nombras, porque vendrán mujeres a poblarme de sombras. Ni le digas a nadie, que en las noches me llamas que un torrente de fuego, va trepando en tu almohada y unos ángeles mudos acunan tu nostalgia. No susurres ni al viento lo que siente tu alma, escóndete esos versos que escribí en tu ventana, porque habrá de delatarte cuando llegue el alba No le cuentes a nadie, que una lava de besos se acurruca paciente, en sus lenguas de fuego. Ni le digas a nadie, que mis manos fueron puentes que echaron a volar algún sueño diferente, para unir tu remoto paisaje incipiente. No le cuentes a nadie que en silencio me nombras, aceitarán sus labios, buscarán nuevas normas vendrán a destruirme por ver si tu retornas. Por eso no le cuentes que yo también te llamo, que mis ojos se funden por llegar a tus manos y un gemido de un pájaro, se vuelve más humano. No le cuentes a nadie, guárdate y en silencio que ni el mar, ni el rocío, ni la lluvia, ni el viento puedan adivinar algún día este secreto. Y si a decir verdad llegó la hora del destino, entérate somos andantes de otro camino. Sandra Ignaccolo |
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domingo, octubre 22, 2006
SECRETÌSIMO
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